Quirón: El símbolo del sanador herido y su influencia en la salud
- Juan Hakspiel
- 17 ene 2022
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 18 feb

Como sabemos los mitos a pesar de manifestarse en lenguaje asombroso y fantasioso, nos expresan elementos importantes desde lo humano: las emociones, actitudes y comportamientos arquetípicos que van en pro de expresar realidades del alma, anhelos, luchas y pasiones; de aquello que es consciente y lo que no lo es. Pero, que están en el día a día. De modo, que al compensar también han de cambiar el sentido de la vida. Es cuando el hombre se desconecta y empieza a vivir carente de sentido de existencia. Ante esto Jung dice que:
“El ser humano puede vivir cosas extraordinarias siempre que tengan un sentido para él”. (C.G. Jung, párr.133).
Por eso la dificultad del origen etimológico de las palabras mito, misterio y mística que delata:
"Su conexión e ilación de palabras, hechos, y acontecimientos en forma de revelación. Es decir, de algo que se oculta, pero para ser revelado." (García Bazán, pág. 24).
Es importante rescatar aquí que esta conexión que se ha perdido, dado que en la antigüedad el logos siempre estuvo aliado al mythos, pero, esto en tiempos de modernidad y consumismo ha hecho que se perdiera todavía aún más el sentido de las dicotomías (mente y materia) y dividiera de manera material e instrumental a la razón con la emoción, el mundo interior con el exterior y la mente de él cuerpo. Esto a generado descompensación y caos en nuestra sociedad, lo cual explica porque cada vez hay más personas "enfermas", "estresadas" y "fuera de control".
La historia de Quirón, no es la excepción, trata acerca de un centauro herido y su relación con la sabiduría, la enseñanza de las artes, de la medicina y la psicología particularmente. Pero, lo particular del mito es que Quirón, es especial dado que el era diferente a todos los de su especie:
"El más justo de los centauros y maestro y amigo de Asclepio" (Homero, pág.523).
Esto nos permite ver que era sobresaliente a los de su especie por su sensibilidad y amabilidad; actitud contraria de los centauros que estaban siempre a merced de la guerra y la agresividad. Por eso, es interesante profundizar acerca de este historia, acerca de una divergencia de dos aspectos de lo mismo, pero con una pedagogía simbólica que tiene que ver con la vulnerabilidad humana.
La historia de Quirón
El centauro Quirón, vivía en una cueva del monte Pelión, en Tesalia. Era hijo de Cronos y de Fílira, una hija de Océano, y padre de Ocírroe con la ninfa Cariclo:
"El nacimiento de Quirón se da cuando Cronos, el titán hijo de Urano estaba buscando a Zeus por la tierra". (Ovidio, pág. 208).
Al llegar a una isla de Tracia se encontró con la oceánide Fílira que lo cautivó. Para evitar que Rea, su esposa lo descubriera, Cronos se transforma en un caballo y copula con Fílira. Sin embargo, Rea lo descubre y Cronos huye lejos. Atormentada, Fílira también escapa hacia las alturas de los montes de Pelasgos, donde finalmente da a luz a Quirón. Para su sorpresa, el ser nacido tenía una terrible morfología porque:
"Del ombligo hacia arriba era una figura divina, pero la parte inferior era la de un caballo". (Grimal, pág. 199).
Finalmente, Fílira pide ser transformada en un árbol de tilo.
Quirón es abandonado por sus padres, es adoptado, criado y educado por Apolo (en medicina, curación, mancía y música) y Atenea (en sabiduría, artes y caza). Así, se convirtió en un gran tutor de varios personajes representativos de la mitología tales como:
"Asclepio, Aquiles, Áyax, Teseo, Jasón, Aristeo, Acteón y Hércules" (Homero, pág. 550).
La tragedia de Quirón, ocurre cuando Hércules:
"lo hirió involuntariamente con una flecha untada con un veneno, hecho de la sangre de la Hidra de Lerna, en el transcurso de una pelea con los centauros en tierras del centauro Folo, la cual le produjo una llaga incurable, de manera que Quirón prefirió dar a Prometeo su inmortalidad a cambio de la posibilidad de morir y librarse del sufrimiento". (Biblioteca, II, 5,4).
Aunque, Quirón trató de curar su herida no le fue posible. La herida era muy dolorosa y no podía curársela, a pesar de que Quirón era un gran sanador. Su mayor problema era que no podía morir porque era inmortal; pero tampoco podía curarse. Entonces, aquí es donde su dolor le hizo más sabio aún, porque Quirón al buscar una cura para su mal, descubre la medicina y en este proceso, es que nace su insignia simbólica, de ser un sanador herido, capaz dé curar a otros pero no así mismo. Esta paradoja, nos deja una gran lección de vida,: Quién provocó la herida, curará, para trascender la naturaleza del dolor y lo convirtió en el más grande de los sanadores de la mitología.
Entonces, Hércules se propuso ayudar a Quirón para liberarle. Así, encontró a Prometeo, un Titán encadenado al Cáucaso por Zeus. Cada día, un águila devoraría su hígado, que luego volvería a crecer, así hasta que alguien se apiadase de él y aceptase morir en su lugar. Quirón tomó su lugar, muriendo y liberando a Prometeo. Como recompensa por su trayectoria, Zeus en honor a Quirón lo colocó en los cielos como la constelación de Sagitario.
La influencia del símbolo del sanador herido en la salud
Es importante resaltar que el símbolo va mucho más allá de las capacidades curativas de la mente y el cuerpo, es también conectarse con uno mismo, lo animal/humano, lo inconsciente/consciente y lo emocional/racional que hace parte de nosotros mismos. Para esto es importante, trascender y valorar nuestras experiencias sin dejar a un lado nuestra parte subjetiva, porque muchas veces nos perdemos de cosas muy valiosas de nuestra existencia al descartar este enorme potencial, prefiriendo seguir los mismos pensamientos, conductas y formulas curativas que se vienen enseñando a merced del consumismo o de la moda.
Está idea se perdió hace mucho y entendiéndola simbólicamente, se ha vuelto un espectro de falencias, en tener que decir o asumir que la cura viene de un factor externo, y que se requieren muchas complejidades para obtener un cambio. Sin embargo, podemos observar que muchas veces, ¡Por más cosas que hagamos e ingiramos, la cura no viene! Incluso, a veces parece empeorar: ¿A qué se debe esto?
Probablemente porque no se ha atendido la raíz del problema y el lenguaje de los símbolos, opera como una transformación, es decir, que se va dando paulatinamente. Según el islamólogo y filósofo Henry Corbin:
"Un símbolo insinúa algo no conocido aún... Aparece solamente cuando hay necesidad de expresar lo que el pensamiento no puede pensar, o lo que solo se adivina o se siente… Algo que está cambiando". (Corbin, 1981)
Así, todo padecimiento, producto de una experiencia externa, tiende a provocar una alteración interna y viceversa, pero al no haber representación alguna de esa imagen en la memoria, el mecanismo de defensa por excelencia a proceder es la negación. Puede que sea práctica para su protección pero realmente es inadecuada en su función, pues esto evita que afrontemos el problema como tal y de raíz.
Por supuesto, hay una realidad que debemos asumir en donde todos algún día moriremos. Pero, podríamos pensar: ¿Por qué adelantarla? Por lo tanto, la herida abierta de Quirón también puede representar una actitud de cambio, que sólo surte efecto si entramos en contacto con ella.
Esta perspectiva de la enfermedad nos vuelve sinceros, humildes, nos humaniza y nos hace conscientes del límite. Es decir, se hace patente nuestra sombra, nuestra otra esencia que posibilita la empatía y nos recuerda que hacemos parte de un todo y que no podemos alcanzar la totalidad sin “el otro”. Como diría Pitágoras: "No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma."
Por otro lado, habrá quien discuta que los remedios externos como la medicina convencional, por ejemplo, si curan y han curado. Pero habría que considerar que siempre que la sanación sucede, es porque de alguna forma la enfermedad nos puso a reflexionar y revalorar las experiencias y cambios en nuestras rutinas, lo cual transformó nuestra forma de ver las cosas. Por eso, todas las personas que se curan o han conseguido quitarse de encima enfermedades fuertes o terminales (incluso las que dicen que son incurables), es porque han considerado una nueva forma de entender, confiar y vivir la vida.
La función de los medicamentos, tan sólo alivian, pero no siempre curan. Sin embargo, mi interés no es descartar el uso de los medicamentos, sino lo que me interesa resaltar es, que sus dosis sean utilizadas solo cuando sea necesario y asimismo de manera responsable, integral y éticamente con el fin de que sean para restablecer un equilibrio y que su consumo prospectivo vaya en disminución.
Así la curación toma sentido cuando orientamos y fijamos la atención en activar nuestra actitud simbólica. Ante esto Murray Stein dice:
"Para comprender como un símbolo desempeña la función de liberar y sustentar el significado dentro de la conciencia, es necesario ver cómo los símbolos crean vínculos mentales” (Stein, 1996).
Por eso, el símbolo del sanador herido (Quirón), permite la elaboración simbólica por medio de la unión de cogniciones y el enlace de vínculos mentales generando nuevos significados. Según Daset:
"Los esquemas constituyen la base de las interpretaciones; son los que organizan la información que se recibe en cogniciones, formando una red o matriz a través de la cual pasan y se resignifican los datos de nuestras experiencias” (Daset, pág.178-192).
Un ejemplo actual, es la psiconeuroinmunoendocrinología, que es:
"La ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos" (Puig, 2014).
Esto nos acerca a una visión más integral del ser humano, donde todos los seres humanos podemos ayudar a curarnos o ayudarnos a enfermarnos. De modo, que es importante investigar estas conexiones, especialmente, la de la mente y el cuerpo. Según Alexander:
"Cuando hablamos de psicogénesis nos referimos a procesos psicológicos que consisten en excitaciones centrales en el sistema nervioso que pueden ser estudiados por métodos psicológicos porque son percibidos subjetivamente en forma de emociones, ideas o deseos." (Alexander, 1994 Pág 51)
Asimismo, sabemos que el enojo, el miedo, el duelo, la incertidumbre, la impotencia, etc. Solo reflejan cierto grado de infelicidad, la cual es el resultado del apego, el exceso de control, la incomprensión, etc. Por eso se suele decir que toda enfermedad es algo que no expresamos. Si al corazón le duele, le irrita, le arde o desilusiona una experiencia, el cuerpo lo reflejara de igual forma: el cuerpo es el reflejo más inmediato de la forma en cómo pensamos y sentimos la vida. Estas experiencias se quedan guardadas en nosotros y poco a poco se van reflejando simultáneamente en nuestro cuerpo y en nuestro mundo emocional. Por eso:
"Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando"(Puig, 2014).
Reflexión final
La problemática y enfermedad existencial requiere, desde el nivel psicológico:
"La elaboración simbólica del sufrimiento que genera, donde el mismo se torna una experiencia simbólica capaz de instaurar un nuevo y diferente sentido vital". (Saiz, 2002).
Por lo tanto, es la posibilidad de la creación de una nueva conciencia, nacida del sufrimiento, y la vez, fuente de transformación de los sistemas de significación personal, que en definitiva, se constituyen en la transformación del sentido de la vida, que en muchos casos, es de por vida.
Si comprendemos que las limitaciones están presentes para todos y de que todos podemos activar el símbolo de la curación; es cuando nuestra perspectiva cambia y esto quiere decir que nuestra perspectiva se amplia, y nos permite ver de manera más profunda, la enseñanza vital que el mito de Quirón nos plantea. Por lo tanto, estas reflexiones están enfocadas a que un organismo está bajo el principio de equilibrio y compensación de modo tal, que un desequilibrio en alguna de sus partes (moléculas, células, intersticio u órganos) puede generar cambios físicos internos al igual que externamente con sus actitudes (ideas, comportamientos y deseos).
Es decir, que las emociones actúan como sustancias químicas que impactan en la calidad de vida y la salud mental. (Curando o enfermando) Igual esto no es nuevo, ya Hipócrates en sus aforismos decía:
“Tus fuerzas naturales, las que están dentro de ti, serán las que curarán tus enfermedades”.
La curación y la enfermedad están bajo la misma moneda, pero con diferente cara. En este caso al reconocer que estamos "decepcionados", "heridos", "enfermos" y "sufriendo", es que podemos activar la posibilidad de re-establecer el equilibrio, intermediada por la consciencia reflexiva, logrando así un efecto sanador. Ante esto Jung nos dice:
“… la decepción que constituye siempre un choque para los sentimientos, no es sólo la madre de la amargura, también es el más fuerte incentivo para la diferenciación del sentimiento. El fracaso de un muy preciado plan, el comportamiento decepcionante de una persona amada, constituye el empuje para un estallido afectivo más o menos brutal o para la modificación y el ajuste del sentimiento, y por consiguiente para su mayor desarrollo”. (Jung, 2002 Párr 328).
Así que lo más importante, es entender que la vida no es sólo un ejercicio intelectualista y que debe comprenderse también emocional y subjetivamente. Para que nuestras experiencias cotidianas, puedan dirigir su mirada de manera integral, real, consciente y saludable.
Bibliografía para aquellos que quieran profundizar:
Alexander, F. (1994) Principios fundamentales del abordaje psicosomático. Buenos aires.
Bazan, F. (2000) Aspectos inusuales de lo sagrado. Editorial Trotta, Paradigmas.
Corbin, H. (1981) Templo y Contemplación. Editorial Trotta,
Daset, L. (2002) De las cogniciones a la depresión: el camino hacia la tristeza. Editorial Prisma.
Grimal, P. (1994) Diccionario de mitología griega y romana. Editorial Paidós.
Homero (1970) La Ilíada y la Odisea, Apéndice II. Madrid.
Jung, C.G.(2002) Mysterium Coniuctionis. Obra completa Vol. 14 Editorial Trotta,
Jung, C.G.(2008) Acerca de la psicología de la religión occidental y oriental. Obra completa Vol. 11. Editorial Trotta.
Ovidio (1982). Metamorfosis, Volumen 2. España.
Puig M.A. (2014) Entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig el 18 de junio de 2014.
Apolodoro (1985) Biblioteca Mitológica. Editorial Gredos.
Saiz, M. E.(2000) El inconsciente y la Neurociencia:Un diálogo de integración entre Psicología Junguiana y Neurociencia. En XVI Congreso Argentino de Psiquiatría, Mar del Plata, 2000.
Stein M. (1996) Practicando la totalidad, Nueva York: Chiron.
Comentarios